Entorno

Bullas cuenta con un nutrido calendario festivo y tradicional que despierta el interés de los visitantes.

• A comienzos de octubre se celebran las Fiestas Patronales en honor a la Virgen del Rosario, con la peculiar Diana, el desfile de carrozas y la Ofrenda Floral.
• En la actualidad tiene lugar la Fiesta del Vino en los meses de febrero y marzo, desarrollándose un buen número de actividades tales como rutas promocionales, cenas de maridaje, exposiciones, conciertos, etc.
• El último fin de semana de abril se celebra San Marcos, momento de exaltación del mundo rural con un multitudinario desfile de carrozas que congrega a miles de personas ataviadas al modo tradicional. La Semana Santa es también muy participativa, con cinco cofradías pasionarias y cuatro desfiles procesionales el Jueves Santo, Viernes Santo (mañana y noche) y Domingo de Resurrección.
• La Noche de San Juan en junio es escenario de la representación de la antigua leyenda de la Bajada de la Mora del Castellar al paraje del Salto del Usero.
• La pedanía de La Copa de Bullas vive también momentos singulares en la Fiesta de la Purísima en diciembre (con los ancestrales cantos de los auroros) y de San Antón en enero, donde se desarrolla la popular “Subasta” y el tradicional “Baile del Inocente”.

Cada primer domingo de mes, de las 9 a las 14 horas, en el entorno de las Plazas Vieja y del Castillo, Bullas celebra este mercadillo artesanal, pionero en la Región de Murcia al iniciarse en 1994. Cada mes la actividad se centra en un producto realizándose demostraciones en directo alusivas al mismo por parte de los propios artesanos. Las actividades se complementan con visitas guiadas para conocer el patrimonio local.

Bullas cuenta con un entorno natural amplio y variado, donde se mezclan zonas forestales con campos de cultivos dominados por la vid y el almendro. Destaca el curso alto del río Mula, con lugares emblemáticos como el Salto del Usero (una cascada natural de varios metros de altura), el Pasico Ucenda o el Pequeño Benidorm, zonas habituales de baño en los tórridos meses de verano. Montes como el Castellar, Garci-Sánchez o La Lavia ofrecen la riqueza de sus extensiones de pino carrasco.

El antiguo trazado de la línea del ferrocarril entre Murcia y Caravaca de la Cruz constituye hoy la Vía Verde del Noroeste, un recorrido de más de 70 kilómetros a través de paisajes de cautivadora belleza natural: bosques, colinas, prados, viñedos y parajes singulares como el Barranco de la Regidora, cerca del Cristo del Carrascalejo, lugar de veneración para los habitantes de la comarca.

Este itinerario de 18 km de longitud y sencillo de realizar nos permite conocer la flora y fauna de la zona así como su gran riqueza agrícola y forestal. Bullas cuenta además con diversos senderos de pequeño recorrido (entre 4 y 10 km) como el del Romero-Venta del Pino, Atalayas, El Castellar, La Silla y Río Mula.

Situado en una antigua bodega del siglo XIX, ofrece en sus 1.400 m2  un amplio recorrido por la historia y la cultura del vino en la zona. Es también el principal punto de referencia y partida de la Ruta del Vino de Bullas, el hilo conductor que permite al visitante conocer el apasionante mundo relacionado con el producto estrella de la comarca a través de bodegas antiguas y modernas, museos y servicios complementarios.

Esta antigua casa señorial que data del año 1900 pretende, a modo de viaje en el tiempo, recrear los modos de vida a finales del siglo XIX de la mano de la figura de Don José Marsilla Melgares, “Don Pepe”, terrateniente, alcalde y benefactor local. La Casa es también el inicio del “Itinerario Bullas 1900” que a través de las principales calles de Bullas donde se sitúan antiguas casonas conduce hasta la magnífica Torre del Reloj, construida aquel mismo año para controlar las tandas de riego de los agricultores.

Este importante yacimiento arqueológico, recientemente puesto en valor, constituía un complejo agropecuario de grandes dimensiones se desarrolló entre los siglos I y IV d.C. Cuenta con una “domus” o zona residencial perfectamente delimitada y unos baños termales de tamaño considerable que indican que era lugar de paso.